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La Sed

"Pienso en un mundo en donde cada memoria pueda crear su propia leyenda", dice un fragmento de la voz en off de la que Marker hace uso en toda la narración de Sans Soleil.

Nada más terrible y sensato que la memoria sea capaz de mitificar, de dar a la luz leyendas. Porque de eso está hecha la memoria. Poesía de lo inesperado. La memoria, un paisaje que se hace y se rehace todo el tiempo. Un divino invento de uno en uno.

Hay algo muy intenso en la memoria y es la posibilidad de construir estas leyendas, de construirse constantemente. Leyendas que nacen de puntos eléctricos, de rutas y lagos, adentro mío, adentro tuyo. Caminos instantáneos que recorremos junto a una historia propia para entrar en la memoria y flotar. Salir a flote, resbalar, estar ahí, y darse a la realidad.

Chris Marker, además de jugar con muchísimos fragmentos en diferentes lugares físicos y geográficos, juega con leyendas internas de la gente, de los objetos, de lo que nosotros hacemos con eso. Cuerpos. Electricidades. Siluetas de distintas pieles que se hallan ahí. Que quieren ser tocadas.

Sans Soleil es una preciosa metáfora del encuentro entre nosotros, uno, y la memoria, su memoria. Sun Less en inglés. Poco sol. Quizás, espacio íntimo entre las luces, los reflejos y las sombras internas. Espacio que no se puede definir en términos lumínicos, pero con una belleza poética que abunda en lo íntimo. Ese lugar de uno con sus leyendas, con las leyendas que se le van haciendo adentro. Con el sol y la memoria, con la luna y otros despertares.

¿Cómo recordamos a la sed?

Haciendo leyendas, quizás.

Toronto, CA (18 - 12 - 2016)

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